El mayor problema raíz que enfrentan cotidianamente empresarios, consultores y líderes de cualquier sector, es el problema de comunicación humana. debido a esto, una vida equilibrada, la separación de la vida personal de la laboral y una operación que produzca la rentabilidad esperada es todo un reto, ¡Pero no es imposible!
Estos problemas tienen que ver con la falta de una interacción de calidad entre personas y departamentos, de aquello que comparte, requieren y aportan lo que se vuelve más caótico cuando así los limites operativos son vagos lo que afecta profundamente la claridad estratégica.
Transversalmente, lo valioso de la aportación específica de cada colaborador o departamento sumado a la correcta gestión Afectiva (de afectos, emociones y pensamientos) en la operación y gestión, es vital para medir el desempeño y lograr que el equipo «se ponga la camiseta» y esto se logra, con una clara y abierta relación entre personas, sin importar el rango, sino la calidad y el flujo de la información, y la retroalimentación, que siempre suma valor porque permite el ajuste, la creación de nuevos escenarios y la innovación sistemática.
¿Te suena familiar?
Te comparto algunos costos
Seguramente en tu organización como en todas, se dan cotidianamente estas 2 situaciones:
a) Alguien recibió o dio una instrucción que no llegó, lo que provoca…
a) Que se atoren los procesos, deteniéndose también la información necesaria para los siguientes pasos o departamentos,
Todo esto termina en retrabajos, mermas roces y afecta la productividad y rentabilidad organizacional. ¿Cómo lo solucionas?
Buscando quizá capacitación para algún colaborador o para el equipo (sin darle seguimiento porque no hay indicadores cualitativos) o contrata algún asesor o coach, algo super valioso, sin embargo, es difícil que su aportación se prolongue en el tiempo, o flexibilice estructuralmente los comportamientos, permitiendo el ajuste constante en la operación y la gestión.
Yo soy empresaria y entiendo cada situación, porque lo he vivido en carne propia. Sin darnos cuenta, vamos sin rumbo y claridad, o la tenemos, pero sólo nosotros, ésta, no es compartida de la manera que la organización necesita para sumar valor, pero lo más grave, es que desconocemos y aún peor, no hacemos vida aquellos cimientos que dan consistencia y diferenciación a nuestra organización. ¡Esto es casi impensable! ¿Verdad? ¡Pero sucede!
Revirtiendo la situación:
Revertir esta situación comienza por nosotros mismos como personas y líderes que somos, haciendo un alto estratégico, al menos como cierre de este año 2023 para preguntarnos, ¿Nos comunicamos realmente?, ¿Cómo nos comunicamos? ¿Cuántas cosas asumimos? ¿Qué impactos tienen estos problemas en nuestra calidad de vida? ¿Y el no ser conscientes de estos costos?
Ser consciente de esto es un punto de partida para la transformación personal y el crecimiento organizacional. Por ello te comparto que luego de más de 20 año como consultora y mentora he desarrollado una solución que he llamado BeCom que es disruptiva, humana y eficaz para cambiar el rumbo de manera definitiva y recuperar la paz mental teniendo estos costos «silenciosos» controlados.
Implementarla, trae como consecuencia una nueva visión basada en la realidad, el uso adecuado de nuestros recursos, la gestión de los mismos, para lograr diferenciarnos en el mercado y, además, de una manera sustentable y sumando valor de manera sistemática a nuestra persona, colaboradores y sociedad.
¿Tienes curiosidad? ¡Podemos charlar cuando tú quieras, date el gusto de sentirte escuchado!
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