Cuando yo siendo líder, asumo que los demás saben lo que yo sé.

Una de las constantes que me encuentro en mis experiencias profesionales como mentora o consultora, es que nadie nos escapamos de los momentos en que se nos olvida que los demás, no son lectores de mentes.

Una de las cosas que más falta nos hace cuando lideramos a directores, equipos de trabajo o a nuestra propia familia, es entender la información básica que hará que nuestro liderazgo que promueva el desarrollo que nos humaniza poco a poco a nosotros y a los que llevamos hacia el logro de los objetivos estratégicos de nuestra empresa.

¿De qué hablo exactamente? De tomar la responsabilidad de ayudar a los demás a ser claros en sus necesidades, es sus requerimientos operativos, de recursos, información o quizá hasta de más tiempo de calidad para eficientar la operación.

Una herramienta que nos puede ayudar de manera insospechada es ayudarlos a retroalimentarnos, a no asumir que por que quizá nos ven ocupados aunque tengamos política de puertas abiertas, no vamos a tener tiempo para ellos.

Me gustaría compartirte 2 preguntas para tu reflexión

a) ¿Buscas el crecimiento de tus colaboradores más allá del cumplimiento de los objetivos empresariales o te preocupas por asegurarte de que sean cada vez más plenos como personas haciendo?

b) ¿Cómo los retroalimentas?

Creo que estas dos preguntas, podrán darte una idea de qué tan humanizante es tu liderazgo.