El modelo de negocios y la sustentabilidad.

La semana pasada conversaba con algunos ejecutivos y colegas con los que tratábamos de dar orden a algunas ideas en el ámbito organizacional.

Problemáticas comunes, tentativa causa raíz de algunos comportamientos o impactos, inclusive de cómo la inteligencia artificial puede cambiar nuestras vidas y la gestión positiva o negativamente.

La platica se puso ten interesante que luego de un rato, se integraron 2 personas a las que quizá la forma en la que dialogábamos llamó la atención. Uno de ellos, dedicado a la dirección de ventas de un CRM para la agroindustria, el otro representaba a un proveedor transnacional de insumos para refrigeración. Al preguntarles un rato después, ¿qué había hecho que se acercaran a la charla? ambos coincidieron en que habían escuchado partes de la conversación mientras pasaban a nuestro lado, y de eso que hablábamos les parecía interesante ya que ellos no habían tomado conciencia o tenían una tenían idea integral.

Ambos tenían dentro de su organización, una visión parcial o sólo una parte del proceso, o el Marketing, o las ventas, o las relaciones públicas, pero nunca habían puesto atención en todo lo que sucede antes o después de lo que ellos hacen de manera consciente.

Cuando hablábamos de asignar correctamente los recursos o de gestionar y medir la operación, de utilizar la comunicación como herramienta de gestión. fidelización, y retroalimentación de los consumidores, o de las relaciones interdepartamentales o interpersonales que muchas veces son las que impiden el cumplimiento de los objetivos estratégicos o las metas anuales desde la perspectiva de la operación, fue para ellos como encontrar algo que andaban buscando sin saberlo, porque sabían que lo que hablábamos tan intensamente, lo compartíamos desde la experiencia.

Decían que era un descubrimiento de algo que, por obvio, no era relevante para ellos y lo peor, que muchos de los procesos que ellos tenían en sus manos no estaban siendo gestionados con la estrategia y la conciencia necesaria para producir resultados o sumar valor.

Fue muy interesante haber estado luego, a la hora de la comida (hasta donde se extendió la conversación) en un ambiente informal, escucharlos y participar en un diálogo abierto y constructivo sobre las percepciones, premisas y expectativas que cada uno tenía sobre cómo debería ser una empresa exitosa independientemente del sector en el que cada uno se desempeñaba, sobre todo luego de haber escuchado los temas sobre los que dialogábamos apasionadamente y que hicieron que se integraran a nuestra conversación.

Para la hora del postre, ya estábamos hablando de la gestión de empresas familiares, de cómo podían preparar la sucesión, o de cómo diferenciarse en el mercado. Yo les pregunté a ambos específicamente cuál era la oferta de valor de su empresa y su modelo de negocios.

Me sorprendí muchísimo por sus respuestas. Ninguno de los 2 pudo responder a la primera pregunta, y a la segunda, sólo uno respondió y su respuesta fue, que era la forma como generamos dinero.

Sigo dándole vueltas a la conversación y por supuesto que no es con la intención de criticar o de juzgar, pero desde la perspectiva estratégica, me pregunto ¿Cuántos empresarios o líderes no saben cuál o cuáles son sus modelos de negocio o lo confunden con nichos, segmentos, sectores y hasta la planeación estratégica organizacional y desconocen cuál es su propósito como organización y su contribución específica, económica y social?

Este modelo de negocios y esta propuesta de valor claramente enunciada y comunicada, es lo que define la preferencia y comportamientos de los consumidores en relación a nuestra oferta; y va mucho más allá de ser sólo la forma en que obtenemos los recursos, deberíamos pensarla desde la perspectiva de la sostenibilidad, lo que implica si o si, una revisión externa y estratégica de las oportunidades que pueden estar dejando pasar por no haberse hecho las preguntas adecuadas.

Tú…¿tienes claridad estratégica integral para sumar valor a las personas, a tus clientes y al negocio?

¡Hasta la próxima!