Cuando estamos más centrados en el producto o servicio que en todo lo demás.

Por increíble que parezca esta es una enorme verdad.

Muchas veces (y esto nos pasa a todos), estamos determinados a mejorar el producto y servicio y nos olvidamos de lo realmente importante. Y no estoy diciendo que esto no sea una prioridad, sin embargo a veces nos quedamos dentro del procesod e mejora contínua del producto o servicio más que en todo lo que implica llegar a tener algo que ofrecer al mercado por lo que el consumidor esté dispuesto a pagar.

Asistí hace unos días a un desayuno muy interesante en donde estaban básicamente los encargados de los sistemas de gestión de calidad de varias empresas dedicadas a alguna parte de la cadena de suministro del sector alimentario. Fue una charla super valiosa ya que precisamente esa es su camba, asegurarse de los controles de calidad, para mantener o lograr alguna certificación internacional.

Realicé algunas preguntas:

Sin embargo, charlé con algunos de ellos y para mí, fue una epifanía darme cuenta de que la mayoría de ellos no sabe que hay antes, o después de esos procesos o si hay algo que se podría hacer en colaboración con otras áreas de la empresa.

¿A qué me refiero concretamente? pues a algunos les pregunté qué tan difícil era para ellos lograr que todos los colaboradores del proceso operativo y de gestión de recursos se subieran al logro de esa certificación.

De hecho, a algunos de ellos les costó un poco entender la pregunta, eso me dio una pauta de lo aislados que pueden estar en algo que, aunque valioso, no sirve de nada si no se comunica adecuadamente al interior de la organización para que todos estén enterados, por ejemplo, de los beneficios que esa certificación traerá para todos.

La realidad es abrumadora:

Muchas veces no existe un mercado real para ese producto ya que una certificación no es barata ni fácil de mantener y a veces esa certificación encarece lo que se ofrece o simplemente no se hace necesaria en el momento actual de la empresa o de las necesidades reales del mercado y sólo trae desperdicios, retrabajos y en resumen costos.

Sólo hubo una empresa en más de 15 que acudió al evento con su director general.

Este fue otro indicador de lo poco involucrados que algunos líderes, ejecutivos o empresarios se encuentran en otros o en todos los procesos de la gestión organizacional.

A la pregunta expresa de cómo se comunicaban los requisitos de la certificación a los colaboradores y lo que tocaba a cada departamento aportar… los tambores callaron.

La invitación de hoy es a tener una atención equilibrada en relación a todo el proceso de operación, gestión desde las investigaciones de mercado que validarán la posibilidad del nuevo negocio, hasta la retroalimentación que sumará valor a ese producto o servicio si comenzamos a verlo desde una perspectiva sistémica y no causal.

¡Hasta la próxima semana!.

¡Bendecida semana!