Hoy estaba dialogando con una persona acerca de esta realidad que nos complica tanto la existencia, las relaciones y muchas veces deriva , como en estos días, en un guerra absurda.
Una de las raíces de todo conflicto tiene que ver con que, cuando nos comunicamos o gestionamos cualquier tarea, asumimos con demasiada frecuencia.
Asumimos que el otro(a) lee nuestra mente, que comprende nuestros sentimientos, que entendió adivinando lo que le quisimos decir aún cuando no somos claros, o simplemente, jamás asumimos(1) que asumimos(2)
Lo he dicho con intención diferente las dos veces. La primera (1), tiene que ver con el hecho de no ser conscientes, y la (2) tiene que ver con que no no hacemos responsables de nuestra parte en la ecuación.
Si como ejercicio de validación a una respuesta positiva, anotáramos todas las veces en un sólo día que asumimos en la doble acepción de la palabra, les aseguro que tendríamos menos malos entendidos, conflictos y una vida mucho más relajada y plena. Así que los invito a asumir y a asumir, que el resultado será siempre una suma increíblemente positiva.
¡Hasta la próxima!
