Parecería que estos dos temas no tienen relevancia o interrelación. Nada más alejado de la realidad.
La mayoría de las veces, nuestro enfoque en las ventas está en vender algún producto o servicio, lo cual tiene toda la lógica de mundo, sin embargo, dejamos de lado que vendemos desde nuestro Ser y hacia el ser de la otra persona, es decil al cliente.
Antes que comprar el producto o servicio, la persona nos está comprando a nosotros mismos como individuos, pero si nosotros no estamos conscientes del potencial que tenemos y de que con él podemos genera más beneficios para el cliente, simplemente continuaremos a «vender » sin un diferenciador maravilloso que somos nosotros mismo.
Pero calma, tú no eres el único que deja de aprovechar todos los recursos experienciales, personales, o empresariales.
Aquí te dejo 3 formas de comenzar a concientizarte del recurso inagotable que tienes dentro de ti.
a) Realiza una respiración profunda antes de iniciar cualquier contacto con el cliente
b) Examina si estás en condiciones de hablar o interactuar con ese cliente en lo particular
c) Ten claro tu proceso de ventas, y me refiero al tuyo no al que la empresa te propone (por supuesto que hay que tomarlo en cuenta), sino al que tú has desarrollado y con el cuál aportas valor al cliente.
¿Ves cómo es sencillo cambiar la visión de tus propios recursos?
¡Te espero en la próxima entrega en 8 días!