Una de las cosas más interesantes que ha traído la aparición de innovaciones tecnológicas es sin duda la cantidad de posibilidades que estas abren, soluciones nunca imaginadas, facilidad de acceso a productos, inmediatez…
Sin embargo y pese a que ninguno de nosotros podría ya vivir sin apps o sin internet, tarde o temprano necesitamos ayuda externa para poder administrar, decidir, implementar y dar seguimiento a cualquier tipo de proyecto, sea o no tecnológico.
Hace unos días hablaba yo con un reconocido consultor en certificaciones de inocuidad alimentaria, y me decía que no deja de sorprenderle que muchas veces, las empresas y los directivos están más centrados en conseguir ese objetivo o esa certificación, que en el propio proceso de implementación. Muchas veces se embarcan en esta aventura sin preguntarse si la empresa está en condiciones de implementar ese tipo de proyectos.
Les pongo un ejemplo real. Uno de mis clientes, a quien ayudé a integrar y preparar su planta de producción, luego de haber perdido mucho tiempo, y dinero al tratar de certificarse sin ayuda, como una planta productiva Gluten Free.
El más importante de los puntos de venta del cuál era proveedor, le condicionó la compra del producto si no se certificaba GF en un cortísimo plazo. La reacción inmediata fue, iniciar los trámites, las cotizaciones etc. Por supuesto, que más temprano que tarde, todo comenzó a atorarse hasta que se derrumbó, ya que la empresa no estaba en condiciones estructurales ni financieras, para hacer ese proceso y por ende terminó perdiendo lo pagado a la empresa certificadora poniendo en peligro extremo a su empresa.
Sobre decir, que era un empresario super experimentado muy proactivo y con ganas de crecer y hacer lo necesario para lograrlo. El problema fue que no era experto en estructura y gestión empresarial, ni en operación ó recursos humanos y se le hizo fácil contemplar sólo la parte financiera como indicador de éxito.
Han pasado ya casi 3 años de ese incidente y la empresa comienza a estabilizarse. Fue literalmente una crisis terrible, causada por no involucrar expertos para validar si esa certificación era viable o no. o si en el corto plazo haber iniciado este proceso traería costos no solamente económicos, sino hasta de pérdida de reputación de la marca por no haber involucrados a los expertos. Este caso y algunos otros, me lleva a concluir que el futuro de la Consultoría y Mentoría directiva y empresarial, es promisorio, de otra forma, continuarían las pérdidas en los diferentes sectores de cualquier ámbito productivo, pérdidas para el que la mayoría de las empresas, no están preparadas.
Como dice el dicho, «Antes del niño ahogado, tape su aljibe»
¡Ten una linda tarde y un maravilloso fin de semana!